Día Mundial de la Tierra 2025.
Estimados (as) estudiantes, los invitamos a reflexionar en torno a la conmemoración del día mundial de la Tierra 2025, bajo el llamado que nos realiza la ONU: Cuidar a nuestra Madre Tierra
La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. Los océanos se llenan de plásticos y se vuelven más ácidos. El calor extremo, los incendios forestales, las inundaciones y otros eventos climáticos han afectado a millones de personas.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
Es por ello que necesitamos recuperar los ecosistemas de nuestro planeta. Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes. Restaurar aquellos que están dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Pero solo lo conseguiremos si todo el mundo pone de su parte.
Recordemos hoy más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.
A continuación, compartiremos el mensaje del secretario general de la ONU en esta importante fecha.
Mensaje del secretario general 2025
La Madre Tierra tiene fiebre.
El año pasado fue el más caluroso de la historia:
El golpe definitivo tras un decenio de temperaturas récord.
Sabemos cuál es la causa de la enfermedad: las emisiones de gases de efecto invernadero que la humanidad está liberando a la atmósfera, en su inmensa mayoría procedentes de la quema de combustibles fósiles.
Conocemos los síntomas: devastadores incendios forestales, inundaciones y altas temperaturas. Vidas perdidas y medios de vida destrozados.
Y conocemos el remedio: reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero y acelerar la adaptación para protegernos a nosotros mismos y a la naturaleza de los desastres climáticos.
Iniciar el camino hacia la recuperación es beneficioso para todos.
La energía renovable es más barata, más sana y más segura que las alternativas que emplean combustibles fósiles.
Y las medidas de adaptación son fundamentales para crear economías sólidas y comunidades más seguras, ahora y en el futuro.
Este año es crucial.
Todos los países deben crear nuevos planes nacionales de acción climática acordes con el requisito de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 grados centígrados, lo que es esencial para evitar los peores efectos de la catástrofe climática.
Se trata de una oportunidad importante para sacar partido de las ventajas que ofrece la energía limpia. Insto a todos los países a que aprovechen esa oportunidad, con el G20 a la cabeza.
También es preciso adoptar medidas para combatir la contaminación, frenar la pérdida de biodiversidad y proporcionar los fondos que los países necesitan para proteger nuestro planeta.
Juntos, pongámonos manos a la obra y hagamos de 2025 el año en que devolvamos la salud a la Madre Tierra.
António Guterres